Desde los primeros días de la computación en internet, investigadores y científicos teorizaron sobre la posibilidad de crear un protocolo que permitiera a las personas intercambiar una verdadera moneda digital.
Sin embargo, como a menudo sucede en el ámbito de la ciencia, esta idea tardó un tiempo en hacerse realidad. De hecho, a pesar de algunos intentos destacados por crear formas de moneda electrónica en el siglo XX, el concepto no fue más que un sueño hasta la invención de Bitcoin en 2009.
Avancemos hasta hoy, y existen miles de tecnologías que afirman haber cumplido con la definición inicial de criptomoneda o haber superado estas limitaciones para crear algo completamente nuevo.
Si bien las afirmaciones individuales pueden variar, las criptomonedas comparten muchas características comunes como una clase de protocolos computacionales. Por ejemplo, la mayoría de las criptomonedas nacieron de la necesidad de una mayor privacidad digital y el deseo de eliminar a terceros de los intercambios digitales.
Aunque Bitcoin es actualmente la criptomoneda más conocida, todas utilizan bloques de construcción fundamentales similares.
Las características comunes de las criptomonedas generalmente incluyen:
1.Sin fronteras: Puedes enviar y recibir criptomonedas desde cualquier parte del mundo.
2.Durabilidad: Las criptomonedas se pueden usar repetidamente sin degradación.
3.Irreversibilidad: Las transacciones no se pueden revertir y las unidades no se pueden gastar dos veces.
4.Sin permisos: No es necesario proporcionar información ni obtener permiso para crear una billetera y poseer criptomonedas.
5.Seudónimas: Las transacciones no requieren la inclusión de nombres personales o información de identidad.
Equipo de BITOY
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